El ministro informó una serie de medidas que irán desde una mayor asistencia, un bono extra de la Tarjeta Alimentar y la urbanización de barrios populares.
En un contexto social con los indicadores de un crecimiento de la pobreza y la inflación en el país, el ministerio de Desarrollo Social de la Nación a cargo del ministro Daniel Arroyo, se anticipó a un fin de año adverso y salió a reforzar la asistencia, con algunos anuncios claves.
Según informó el propio Arroyo, el Estado se comprometió a reforzar la asistencia de comedores y merenderos y a lanzar un bono extra de la Tarjeta Alimentar, una de las primeras medidas que diseñó el gobierno de Alberto Fernández a poco de llegar a la Casa Rosada. Lo que nació como una política para terminar gradualmente con el hambre en la Argentina, se terminó convirtiendo en una herramienta de apoyo más para sobrepasar la pandemia.
Pero al mismo tiempo, desde el ministerio de Desarrollo Social se anunció un programa para la reinserción laboral destinado especialmente a los jóvenes, el sector quizás más afectado por la crisis.
“Estamos ayudando a la reinserción laboral. Con el plan Potenciar Trabajo apuntamos a crear 300 mil puestos de trabajo. Y con el nuevo programa destinado a jóvenes de 18 a 29 años financiamos proyectos de inclusión productiva, sociolaboral y comunitaria”, sostuvo este viernes, el ministro Arroyo.
Al mismo tiempo, el gobierno parece convencido de cumplir con una de las promesas de campaña y confirmó una noticia más que esperada para un sector del Frente de Todos: la puesta en marcha de un fideicomiso que garantizará la urbanización de 400 barrios y villas populares por año. “No es solo abrir calles, tener vivienda y lotes con servicios, es también un gran plan de trabajo”, explicó Daniel Arroyo.
En la misma línea, el funcionario aseguró que el gobierno asumirá “el compromiso de crear 800 jardines”. “Sabemos que todos los chicos y las chicas tienen que tener las mismas oportunidades desde el arranque, en los jardines maternales y en las salas de 3, 4 y 5 años”, tuiteó Arroyo.
DE QUÉ SE TRATA LA URBANIZACIÓN DE BARRIOS POPULARES
Se trata de un acuerdo para la administración del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), que permitirá avanzar en los proyectos de urbanización de los 4.400 barrios y asentamientos, que fueron contabilizados en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). El anuncio se dio este viernes luego de la firma entre el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, y el presidente del BICE Fideicomisos, Jorge Tanús.
“Con la constitución del fideicomiso, empezamos un proceso de urbanización que va a ser la política más relevante de los próximos años. Tenemos el objetivo de ir urbanizando de a 400 barrios por año. Éste es un proceso de diez años, una verdadera política de Estado, que comenzamos hoy”, dijo Arroyo.
En tanto, la titular de Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), Fernanda Miño, afirmó que así se está “consolidando una herramienta fundamental para hacer de la integración de nuestros barrios una política de Estado que se sostenga en el tiempo”.
“Estoy convencida de que esta es la única manera de saldar una deuda histórica con los millones de personas que aún vivimos sin acceso a servicios básicos y también la posibilidad de dar respuesta a la demanda habitacional de las nuevas generaciones impulsando el loteo social”, dijo Miño, que fue concejala y referenta de uno de los barrios más pobres de San Isidro.
Desde el gobierno informaron que el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) cuenta con recursos por alrededor de 11.000 millones de pesos, que fueron recaudados mediante el impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS), y “se prevé que un tercio de esos fondos serán destinados a la creación de lotes con servicios, y el resto para la urbanización de los barrios que ya fueron registrados”.
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