Mientras se posterga la definición por una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, los medicamentos suben sin control y el haber mínimo ya se ubica muy por debajo del nivel de ingresos que la Defensoría de la Tercera Edad calculó para que un adulto mayor cubra sus gastos mensuales.
Según esta entidad, la Canasta Básica de los Jubilados escaló 239% en los últimos 12 meses, alcanzando un valor de $685.041. Este número equivale a más de tres haberes mínimos, que en marzo correspondió a $134.445 más un bono de $70.000, totalizando $204.445.
Esta cifra deviene del último incremento que dispuso el Gobierno, cuando las jubilaciones tuvieron un ajuste del 27,18%. La suba quedó por debajo de la inflación del primer bimestre del año, que alcanzó el 36,6%.
La medición de la Defensoría incluye los gastos de vivienda y contempla una variedad de medicamentos de diferentes patologías, considerando el descuento que se realiza en farmacias según la obra social, que oscilan entre 40 y 80%.
La Canasta Básica de $ 685.041 está compuesta por:
- Alimentos: $ 197.610
- Limpieza: $ 93.190
- Insumos farmacia: $ 45.220
- Medicamentos: $ 108.717
- Vivienda: $ 117.000
- Transporte: $ 46.0000
- Recreación: $ 26.000
- Vestimenta: $ 25.000
- Servicios: $26.394
El Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, sostuvo que «los nuevos datos ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector».
«No es que los jubilados sigan estando mal, es que están cada vez peor y no hay perspectivas de que la situación se revierta», remarcó.
Al respecto, el vocero presidencial Manuel Adorni anticipó que «la nueva fórmula probablemente contemple algo elemental, que no sigan perdiendo contra la inflación como lo vienen haciendo no solo desde la última fórmula, sino en los últimos 20 o 25 años».