El proyecto que se encuentra en fase preclínica cuenta con la participación de un equipo de Brasil y otro de Francia.
La pandemia que aún pone en jaque al mundo, y que ya superó el millón de muertos, desató una carrera contrarreloj por lograr la primera vacuna contra el coronavirus. Ahora, mientras varias de las investigaciones atraviesan la fase tres de sus ensayos, científicos argentinos están desarrollando una fórmula oral de un posible antídoto contra el covid-19.
El proyecto, que se encuentra en fase preclínica, está liderado por Hugo Luján, director del Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (CIDIE) de Córdoba.
Además, cuentan con el apoyo de Jorge Kalil, de la Universidad Federal de San Pablo y exdirector del Instituto Butantan, en San Pablo, y David Klatzmann, inmunólogo de la Universidad de la Sorbona, en París, junto a sus respectivos equipos ante la falta de estímulos por parte del Gobierno. “Como no recibimos fondos del Estado, tuvimos que volver a asociarnos con gente de afuera”, explica.
El CIDIE viene trabajando en este tipo de vacunas desde hace más de 15 años y ahora buscan dar con un fármaco que actúe contra el covid-19.
De hecho, la plataforma que utilizan para el desarrollo actual la probaron anteriormente con el virus de la gripe y tuvo una “excelente respuesta a nivel de anticuerpos y células del sistema inmune”, explicó Luján a Con Bienestar.
No obstante, no se trata de una tarea sencilla, dado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda este formato solo para la polio, las diarreas por rotavirus y el cólera.
“Venimos avanzando bien”, aseguran sobre la vacuna oral
“Venimos avanzando bien, con resultados interesantes hasta el momento, aunque no podemos garantizar que vaya a funcionar, como ninguna vacuna garantiza que sea efectiva”, señaló, al tiempo que destacó que el fármaco “genera inmunidad en las mucosas, que es por lo general por donde entran los virus a nuestro cuerpo”.
Además, el investigador titular del CONICET y profesor de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) explica que el desarrollo se podría aplicar a través de una pastilla, gotas o una cápsula. Por lo tanto, no está definido.
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