El futuro de la comunicación: la inteligencia artificial que traduce pensamientos en texto

Este avance, cuyos desarrollos tienen lugar en empresas como Meta, podría cambiar radicalmente la forma de comunicarnos. Cuáles serían sus efectos benéficos y sus riesgos.

Meta y otras empresas trabajan en una tecnología que puede leer la mente y convertir pensamientos en texto. El avance podría impactar de forma radical en la forma en la que se comunica el ser humano, y trae preguntas sobre cuáles son los beneficios y los riesgos que implica su implementación en la vida cotidiana.

Brain2Qwerty

La empresa detrás de Facebook e Instagram desarrolló un sistema llamado Brain2Qwerty, que capta señales del cerebro con sensores especiales y las convierte en palabras escritas. En pruebas realizadas con 35 personas, el proto-producto logró interpretar correctamente hasta el 80% de lo que imaginaban escribir.

Este invento podría ayudar a quienes tienen dificultades para hablar o moverse, permitiendo que sus pensamientos sean transcritos de una manera instantánea. Sin embargo, al estar en su fase beta presenta limitaciones. Para su correcto funcionamiento, la persona debe estar completamente quieta y usar equipos especiales. Asimismo, se trata de una tecnología costosa que no está al alcance de toda la población.

El dispositivo OMI

Otra empresa que desarrolla una tecnología similar es Based Hardware, que presentó un dispositivo llamado Omi: un aparato que se coloca en la cabeza y detecta la intención de la persona de comunicarse con inteligencia artificial sin necesidad de decir nada. Este desarrollo también se encuentra en una fase primaria y capta señales por el momento.

A diferencia del producto de MetaOmi es un dispositivo portátil y accesible. No depende de equipos grandes y costosos, lo que implica que está desarrollada con una tecnología más barata y práctica.

Aplicaciones y beneficios de esta tecnología

Esta Inteligencia Artificial que lee la mente y plasma los pensamientos en texto podría utilizarse para asistir a personas en situación de discapacidad, en especial aquellas con difucltad en el habla y la movilidad.

También facilitará la comunicación por medio de una profundización de la tecnología intuitiva, llegando al extremo de poder realizar búsquedas en internet o controlar dispositivos inteligentes con nuestro pensamiento.

La simplificación de la comunicación que brindarían estos desarrollos implicarían un ahorro de tiempo y un aumento de la productividad, pues la escritura de notas y correos podría llegar a hacerse de manera más rapida.

Al igual que el Neurolink de Elon Musk, los proyectos que desarrollan Meta y Based Hardware también sobrellevan dilemas éticos y morales en su potencial aplicación libre, ya fuera de la fase de pruebas.

Las inquietudes alrededor del avance de la tecnología en general y la IA en particular sobre la privacidad son las que ocupan mayor espacio en las preocupaciones. Al igual que sucede con las redes sociales, los datos que brindáramos a los programas y dispositivos para “leer la mente” podrían ser usados con fines comerciales y de vigilancia.

También, ya en el plano puntual al que apunta, algunos de los pensamientos que captarían estas tecnologías podrían ser malinterpretados, en especial en situaciones como testimonios judiciales o diagnósticos médicos. Aquí entra en cuestión la naturaleza del pensamiento humano como fase previa a la transmisión verbal o escrita del mismo en tanto serie de conceptos no desarrollados del todo de manera inteligible o clara para el interlocutor.