El policía asesinado en Lanús era el detective que más casos había resuelto en la División Homicidios desde 2018

El principal de la Policía de la Ciudad José Luis Gómez participó de la investigación del asesinato del ingeniero Mariano Barbieri, ocurrido en Palermo, entre otras causas

“Era un gran detective. Ponía todo y todos los casos se los tomaba muy personal. Tenía un gran ojo para buscar a un prófugo en la calle o a los sospechosos de un crimen. Cuando sus compañeros decían ‘no es’; él, en cambio, sentenciaba y afirmaba: ‘es’ y no se equivocaba”.

Así, un experimentado detective de la Policía de la Ciudad recordó a José Luis Gómez, el principal de la fuerza de seguridad porteña asesinado anoche de un balazo en el pecho cuando intentaron robarle en el momento que llegaba a su casa de Lanús.

Gómez tenía 48 años, estaba separado y era padre de tres hijos. Era jefe de una brigada de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad. Según calificadas fuentes del gobierno porteño, era el policía que más casos resolvió desde 2018.

Entre otros casos de repercusión pública, Gómez participó de la investigación de los homicidios de Mariano Barbieri, el ingeniero civil de 42 años asesinado en Palermo en agosto del año pasado, y del ataque al turista australiano Terence Bulmer, apuñalado en un robo ocurrido en Recoleta en enero de 2020.

Todos lo conocían por el apodo de Chicha. En las últimas horas, cuando sus compañeros de la Policía de la Ciudad salieron a las calles de Lanús para buscar a los asesinos de Gómez, todos tuvieron el mismo pensamiento: “Ojalá tengamos la suerte de Chicha para encontrar a los responsables”. Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes de la fuerza de seguridad porteña.

Gómez fue parte de la Policía Federal Argentina. Después formó parte de la Policía Metropolitanala fuerza de seguridad creada por Mauricio Macri durante su gestión como jefe de gobierno porteño y antecesora de la Policía de la Ciudad.

“Era muy familiero. Muy compañero de sus hijos. Muy entregado a su trabajo. Era muy querido en todo sentido por sus pares, subalternos y superiores. Anoche, en la escena del crimen, había mucho desconsuelo. Nadie de las personas que trabajaron con él podían creer que haya muerto de esa manera. No solo es una pérdida como profesional, sino como persona”, explicó un detective que lo conoció en la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.

Con un poco de humor, también fue recordado, con un poco de humor, por sus compañeros como un “poco despelotado” y muy fanático de la mecánica.

“Siempre andaba en moto. Como era un loco de la mecánica, siempre ayudaba a arreglar los vehículos de la División Homicidios. Hace poco tiempo había vuelto a entrenar porque estaba preocupado por su peso”, dijeron en la fuerza de seguridad porteña.

 

Hoy al mediodía, en una actividad con cadetes que se hizo en el Instituto Superior de Seguridad Pública, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, sostuvo: “Es un día donde tenemos mezclas de sensaciones porque ayer, desgraciadamente, una vez más, tenemos un policía, un principal caído en cumplimiento del servicio. Es doloroso, es muy triste y además enoja que de los últimos 13 caídos en servicio, 12 ocurrieron en la provincia de Buenos Aires. Parece increíble que están todo el día acá [en la Ciudad] enfrentando el delito, enfrentando situaciones difíciles y complejas y después nos los matan yendo y viniendo de sus casas. No hay un destino inevitable que nos transforma en un lugar donde el delito se haga cargo de las calles, donde cualquier cosa pueda ocurrir. Esto pasa porque no hacemos lo correcto, no lo hacemos desde la política, a veces no se hace desde otros ámbitos, a veces no ayuda la Justicia que tiene esta mirada torcida durante muchos años de pensar que el victimario es la víctima y se olvidan de todos los demás. Esa es parte de la discusión cultural que estamos dando, pero la damos formando además a los mejores hombres y mujeres para brindar seguridad allá afuera”.

Gabriel Di Nicola