Encontraron una perra perdida, fuerte y sana, pero no pueden sacarle la tristeza

Apareció en Lanús. Su foto se compartió 68.000 veces en Facebook y también circuló en Instagram, Twitter y WhatsApp. Buscan a su familia o quien la adopte.

Tras 25 años como rescatista de animales, a Cuqui Molina casi nada la sorprende. La historia de la perrita Aria, sin embargo, la marcó de una forma especial. Hace dos meses la encontró hecha un ovillo en la plaza frente al Velódromo de Lanús y desde entonces la llevó a su casa, junto a sus once perros.

Aunque movió cielo y tierra, no encontró a la familia esta mestiza de tamaño pequeño, pero su foto se viralizó en los últimos días y le da un empujón más a la búsqueda. Cuqui está convencida de que la perrita tiene o tuvo una familia. Lo que aún no sabe es si la abandonaron y por eso nadie la reclama.

La foto de Aria, como la bautizaron tras encontrarla en, justamente, la calle Arias, conmovió a todos por la tristeza que se lee en sus ojos. «Toda su actitud indica que algo le pasó. Ahora, de a poco, se fue soltando en mi casa y por momentos está contenta, más relajada. Pero de pronto se apaga, vuelve a estar triste y a buscar», relata Cuqui.

Así la encontraron frente al velódromo de Lanús, hecha una bolita y asustada por otros perros.

Su foto en Facebook tuvo 68.000 compartidos y a en paralelo se difundió incontables veces en historias y posteos de Instagram, incluso a modo de «cadena» en grupos de WhatsApp.

La revisaron veterinarios y concordaron en que no tiene ninguna enfermedad ni sufrió accidente alguno, no le faltan nutrientes y está físicamente impecable. «Lo de ella es más profundo, es emocional», explica el posteo que circuló hasta en países limítrofes.

A diferencia de animales domésticos que se pierden, Aria no olfateaba por la calle buscando el camino a casa, y eso le dio la primera pista a su rescatista de que podría haber sido abandonada y el sentir ese rechazo por parte de su familia fue lo que la dejó sumida en tanta tristeza.

«La primera vez que la publicamos buscando a su familia, casi no tuvimos repercusión, muy poca gente difundió su foto. Hace unos días volví a subirla a las redes, con una fotito donde se la ve acostada en el sillón de mi casa y ahí quedó reflejado todo lo que le pasa, lo que siente», relata la rescatista que hace tiempo lleva adelante la ONG «Olfateo una familia con onda», en la que, además de rescate y adopciones, brinda charlas y ofrece castraciones a bajo costo.

Después de ser rescatada, Aria fue bañada y revisada: físicamente está en perfecto estado.

Su amplia experiencia tratando con perros que quedan en la calle la lleva a imaginar un trasfondo posible. «Tengo la impresión de que pudo ser la perrita de alguna persona mayor que por algún motivo no pudo cuidarla más. Lamentablemente es muy común que cuando esto pasa, los familiares no se hagan cargo de los animales y los abandonen lejos de sus casas», afirma.

La pandemia, agrega, agudizó esta práctica: «El año pasado nos cansamos de ver casos de personas de edad avanzada que fallecían por covid y luego los animales quedaban a la deriva».

En el caso de que tras los ojos tristes de Aria haya una historia así y su familia ya no vuelva por ella, Cuqui tiene un plan B. «Por ahora la tengo en casa para que se vaya reponiendo y me gustaría conseguirle una nueva familia acorde. La idea de la mayoría de los adoptantes es buscar cachorros y como no es este caso, hay que buscar muy bien quién puede darle un hogar», detalla la rescatista.

Claro que no es, ni por lejos, la única perrita que busca hogar. En «Olfateo una familia con onda» hay decenas de ofrecimientos de animales para todos los gustos: cachorros listos para encontrar un hogar, perros adultos que quieren una nueva oportunidad, gatitos hermanos que se pueden adoptar en tándem y gatos adultos que buscan la tranquilidad de una casa definitiva.

La problemática de los animales abandonados en zona sur parece no tener fin, pero para Cuqui Molina poco a poco se va tomando conciencia. Como docente,

Molina recorre las escuelas de los barrios del conurbano dando charlas para los más chicos en las que habla de tenencia responsable, respeto por los animales y la importancia clave de la castración. «Hay un cambio de conciencia y es fundamental trabajar con los chicos. Ellos son los que llevan la información a las casas, los que van a hacer la diferencia», asegura. 

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.