En un duelo cerrado, friccionado y con pocas situaciones claras, ninguno de los dos equipos pudo marcar diferencias. Sin embargo, fueron las Granates quienes manejaron mejor los tiempos, tuvieron mayor circulación y generaron las oportunidades más peligrosas.
Un partido intenso y muy disputado
Desde el inicio, Lanús buscó imponer su ritmo, con orden en el mediocampo y movilidad por los costados. El intenso calor —31 grados— condicionó el juego y llevó a que ambos equipos tuvieran que regular esfuerzos.
En el complemento, el encuentro se volvió aún más físico y trabado. Camioneros se replegó y apostó al juego directo, mientras que Lanús sostuvo su identidad: circulación, orden y salida limpia desde el fondo.
Aunque no logró quebrar el cero, el equipo mostró solidez y control del partido, algo valorado por el cuerpo técnico. Mantener el arco en cero como visitante era uno de los puntos claves de la serie.
Hubo tres modificaciones en la segunda mitad:
- Ailén Pucheta ingresó por Juana Wulff
- Guadalupe Vidoret entró por Solange Blanco
- Evelyn Aguirrez ingresó por Magaly Badilla
Al finalizar el encuentro, Juan Ignacio Granda valoró el resultado y el trabajo táctico del equipo en condiciones exigentes:
“El objetivo era mantener el arco en cero y lo logramos. Fue un partido muy friccionado, lógico para una final. Manejamos bien los tiempos y supimos cuándo sostener y cuándo acelerar. El equipo estuvo concentrado y entendió lo que necesitaba el partido”.
El entrenador también destacó la regularidad del grupo y la solidez mostrada en la recta final del torneo.
Lo que viene
La definición será de local, el sábado 29 de noviembre a las 17 horas, donde Lanús buscará el ascenso ante su gente.
Con la serie abierta, el equipo confía en su fortaleza en casa para cerrar el sueño del regreso a la máxima categoría.
