Inseguridad en Buenos Aires: cuál delito aumentó desde la pandemia

La modalidad de robo cambió a partir del confinamiento estricto, cuando los delincuentes tuvieron que optar por nuevos métodos.

La inseguridad en Buenos Aires es moneda corriente, y se ve con los cientos de registros fílmicos obtenidos por las cámaras de seguridad y los teléfonos celulares. Desde la pandemia de COVID-19, los métodos de delincuencia tuvieron que cambiar, ya que no circulaban personas y la policía vigilaba más que nunca las calles. Sin embargo, esto no detuvo a los ladrones para idear nuevos planes. Un delito en particular aumentó drásticamente.

Diego Kravetz, Jefe de Gabinete municipal y responsable del área de Seguridad del Municipio de Lanús, explicó que una de las modalidades que más subió fue la entradera. “Como es un delito que no lo puede cometer una sola persona, fomentó la creación de bandas delictivas. Lo que por ahí antes hacía un motochorro o un mechero, pasó, por la necesidad de tener una campana, que estos delitos se cometan de 3 a 6 personas en general”, dijo en Radio Rivadavia.

“El blanco preferido para las bandas que son más rudimentarias son los adultos mayores, porque son los que menos tienen la posibilidad de defenderse”, mencionó. La situación era tan drástica que la Municipalidad de Lanús tuvo que entregar botones antipánico para alertar cualquier ruido o movimiento extraño dentro de las residencias. “El gran tema es que, para desarmar este tipo de bandas, se necesita actividad preventiva, con fuerza policial y cámaras de seguridad”, apuntó.

A su vez, destacó que estas bandas se forman dentro de las cárceles o apenas se sale del establecimiento penitenciario. Ante el aislamiento y el relajamiento de las medidas carcelarias, la consecuencia se nota en “el exceso de comunicación y mucha pasividad para armar cosas sin que la policía, ni la justicia, ni nosotros nos enteremos de eso”. La crítica, entonces, se refleja en el permiso para tener teléfonos celulares y más salidas transitorias.

No obstante, Kravetz señaló que “la transitoriedad de los presos en las comisarías y cárceles en la provincia de Buenos Aires empieza desde antes del Covid”, aunque la pandemia fue un puntapié para beneficiar a los presos. “El hecho de que un Tribunal dé esa orientación es de una gravedad tremenda, entonces hubo más laxitud en las penas. Así fue generando las primeras salidas transitorias”, sentenció.

Crítica a Axel Kicillof

A partir de ello, lanzó una crítica contra Axel Kicillof y contra su política ante el tratamiento de las cuestiones penitenciarias. “El gobernador está más preocupado por el hacinamiento, que no está mal preocuparse, pero no puede ser más prioritario que estar en contra de todos los vecinos”. “El único país donde le dan más importancia al que delinque que al que no delinque es Argentina”.

Por último, el funcionario destacó que muchos de los delincuentes comienzan su actividad a partir de los 9, 10 u 11 años, gracias a los propios padres que los apañan y los incitan. Cuando el menor es detenido, “la justicia argentina comete un error al volver a mandar al chico al mismo lugar con la mamá y el papá. Para mí hay que sacarlo de esa familia”.

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