El gobernador, Axel Kicillof, anunció una inversión de $3.000 millones para impulsar proyectos de investigación científica, que tendrán impacto en pymes y cooperativas bonaerenses, y diferenció el espíritu de esta medida de los recortes en el financiamiento científico por parte del Gobierno nacional que se conoció días atrás.
Fondo de Innovación Tecnológica
La medida se presentó en el marco de la 4ta convocatoria del Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA), junto a los subsecretarios de Energía, Gastón Ghioni; de Ciencia, Tecnología e Innovación, Federico Agüero; y el presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), Roberto Salvarezza.
En esta edición, se financiarán, a través del Consejo Federal de Inversiones (CFI), 98 proyectos de instituciones de ciencia y tecnología de la provincia que impactarán en pymes, cooperativas industriales y municipios, e involucrarán a más de 900 investigadores. Desde 2024, la convocatoria de FITBA se transformó en la principal política pública de financiamiento de proyectos científicos del país.
Además, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) y el Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida (Proinged) presentaron los nueve trabajos seleccionados en la convocatoria “Proyectos de Desarrollo e Innovación Tecnológica: 2025 Ciencia y Tecnología en Energías Bonaerenses”. Los mismos buscan el desarrollo experimental de soluciones a problemáticas de las energías renovables, solar y eólica, entre otras.
La baja de los PICT
El Gobierno nacional anunció el jueves la baja definitiva de los PICT (la sigla significa Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica), la línea de financiamiento congelada hace dos años, que investigadores del Conicet y las universidades definen como “el sostén” de la investigación en ciencia y tecnología en Argentina. En su reemplazo, aunque fuentes oficiales prevén sumar nuevos subsidios en 2026, por ahora sólo se pondrá en marcha el llamado Apoyo a la Investigación Científica (AIC), una línea de financiamiento destinada a proyectos circunscriptos a tres rubros: salud, agroindustria y energía y minería.
Dado que a priori se excluirá a gran parte de la investigación en ciencia básica y también a todo lo vinculado con las humanidades y las ciencias sociales, y que sólo se contemplarán proyectos que incluyan la colaboración con un privado (algo que ya existía a través de otro programa de financiamiento), las voces desde la comunidad científica comenzaron a hacerse escuchar, con preocupación sobre el futuro del sector y de sus carreras, como pasó a fines de la década del ’90. Los científicos coinciden en que se trata de una medida que “desmantela el sistema científico de Argentina” y que el país será el único de la región que no invertirá en el sector.

