La Auditoría General de la Nación (AGN) agotó los pedidos de acceso a información para determinar la ubicación, rendimiento y costos del oro argentino que fue trasladado al exterior. Pese a ello, el Banco Central no brindó respuestas concretas y “entorpeció” la labor del organismo de control. El presidente de la AGN, Juan Manuel Olmos, advirtió: “Nos hemos detenido. No podemos saber dónde está específicamente el oro”.
Según fuentes de la AGN, el BCRA respondió que la información se manejaría con “confidencialidad”, pero ofreció una modalidad restrictiva: permitir ver datos “desde sus computadoras”, sin posibilidad de captar imágenes ni tomar notas registradas. Eso, en la práctica, impide una auditoría efectiva.
En el Congreso, la controversia escaló hacia la Comisión Bicameral Revisora de Cuentas Mixta, que podría citar al presidente del BCRA, Santiago Bausili, para que brinde explicaciones en el recinto. También se evalúa la presentación de acciones judiciales por incumplimiento de la normativa de acceso a la información pública.
El misterio persiste: no se sabe si el oro está en Suiza, en Londres, si parte fue liquidado ni qué rendimiento aporta. La negativa del BCRA hace que el paradero de esas reservas permanezca ambiguo, mientras crecen las sospechas sobre la transparencia institucional y la rendición de cuentas en el manejo de las reservas del país.
