La Biblioteca presentó la iniciativa #SomosPuente en el ciclo “Tribuna Popular” de la UNLa

La iniciativa tiene como objetivo acompañar a las familias del barrio más afectadas por las consecuencias sanitarias y sociales de la pandemia de Covid-19.

El coordinador de actividades culturales de la Biblioteca Popular Monte Chingolo, Fernando Martínez, presentó este martes ante estudiantes de las licenciaturas en Educación y en Gestión Educativa de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) la iniciativa #SomosPuente que la Biblioteca construyó desde el principio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio para acompañar a las familias del barrio más afectadas por las consecuencias sanitarias y sociales de la pandemia de coronavirus Covid-19.

La charla fue organizada a través de videoconferencia por el ciclo “Tribuna Popular” de la UNLa, organizado por el Consejo Social Comunitario, la dirección de Cooperación, y la secretaría de Cooperación y Servicio Público de la universidad, y tuvo como eje la reconversión de organizaciones comunitarias que debieron crear respuestas a nuevas necesidades de sus comunidades por las consecuencias sanitarias y sociales de la pandemia de coronavirus Covid-19.


Martínez resaltó que “la biblioteca fue concebida con el oído puesto en la comunidad; por eso hace tres años cuando nos dimos cuenta que los chicos venían a pedirnos más zapatillas que libros abrimos un ropero comunitario sostenido por la solidaridad de la comunidad”.
“De esa experiencia teníamos el registro de unas ochenta familias que asistíamos regularmente, y cuando comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio comenzamos a ayudar a los vecinos a anotarse en el Ingreso Familiar de Emergencia, y pronto nos dimos cuenta que también teníamos la responsabilidad de ayudar a muchas familias con asistencia alimentaria”, añadió.

El referente comunitario apuntó que “lo que al principio eran ochenta familias al poco tiempo fueron ciento veinte, y después ciento ochenta, y hoy son cerca de trescientas, y para poder hacer frente a eso nos convertimos en puente entre organismos como el ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires y el ministerio de Desarrollo Social de la Nación con las familias, y también con cerca de una docena de ollas populares que nacieron en el barrio a partir de la voluntad de la comunidad para enfrentar las necesidades”.

Martínez contó: “comenzamos a transitar ese camino en el mes de abril, y en ese momento había una decena de ollas populares a las que acompañábamos de distintas maneras, algunas cerraron cuando se comenzaron a extender los contagios en el barrio y otras simplemente dejaron de funcionar; hoy todavía hay cuatro que funcionan y eso es porque ya tenían experiencias políticas previas para organizarse por el bien común, son las ollas organizadas por papás acostumbrados a hacer rifas para comprar botines o por mamás de la cooperadora escolar o por chicas que se criaron en el comedor que sus madres abrieron en la crisis de 2001; todos vecinos con una fortaleza política que se contagia y se practica”.

“Sentir la necesidad del otro es una cuestión personal pero no individual, nos concebimos como puente para la articulación de políticas públicas y creemos en la necesidad de desmantelar el mito de ‘no te metás’; por eso cuando salió el IFE, armamos un dispositivo para que a través del whatsapp pudiésemos ayudar a los vecinos con la inscripción”, mencionó.
El referente comunitario aseguró que “hay una concepción de la sociedad que cree que el pecado mayor es salir a articular, que si una organización lleve adelante un programa estatal en un territorio es pecado, esa lógica que propone que cada sector se mantenga en su sector beneficia a otros, pero no a nosotros ni a los más vulnerables; por eso somos una organización libre del pueblo que promociona la participación ciudadana”.

“Cuando se levante la cuarentena vamos a tener una huella lastimosa, el hambre, como van a volver a la escuela los chicos que se han perdido y que vamos a salir a buscar; si antes de la pandemia la inclusión era un desafío vamos a tener que empezar a prepararnos ya para lo que viene”, advirtió.
“Lo que muchos pensaban como el viejo ‘apoyo escolar’ en la Biblioteca lo desarrollamos como un ‘espacio de alfabetización’ que hace eje en la promoción humana y que vamos a tener que multiplicarlo cuando los chicos vuelvan a la escuela, por eso invitamos a todos los que se sientan convocados a donar al menos dos horas semanales de su tiempo para esta tarea fundamental”, finalizó Martínez.

El ciclo “Tribuna Popular” fue concebido por  la Secretaría de Cooperación y Servicio Público con el objetivo de sistematizar y consolidar los vínculos con las organizaciones de la comunidad.

Esta iniciativa busca reforzar los lazos entre las experiencias de las organizaciones territoriales barriales y la Comunidad Universitaria, e interactuar a través de una concepción horizontal del saber.
Mientras dure el aislamiento social, preventivo y obligatorio para evitar la proliferación del coronavirus Covid-19, la Biblioteca abrirá sus puertas los miércoles y viernes de 15 a 17 y los sábados de 11 a 13 para recibir donaciones de alimentos, productos de higiene, abrigo y calzado para las familias de la comunidad.
La biblioteca funciona en la estación de trenes de Monte Chingolo, en General Pinto 4752.

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