
La pobreza y la indigencia registraron una fuerte disminución en el tercer trimestre de 2024, según datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA y del INDEC. Las cifras muestran que la pobreza se redujo al 38,9%, desde el 52,9% registrado en el primer semestre del año, mientras que la indigencia cayó al 8,5%, frente al 18,1% anterior. Esta mejora también fue confirmada por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
El retroceso en estos indicadores se explica por el aumento de los ingresos familiares, que superaron a la inflación, especialmente en los rubros de alimentos, y por los ajustes significativos en beneficios sociales. La AUH, por ejemplo, tuvo un incremento del 351,5% en un año, pasando de $20.661 en diciembre de 2023 a $93.281 en diciembre de 2024. Según Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA, el país habría salido de la crisis de 2023 y alcanzó niveles de pobreza estructural de entre el 30% y el 35%.
La inflación, que en el primer semestre había impactado fuertemente en las canastas básicas, se desaceleró en los meses recientes, mientras que los ingresos crecieron por encima de las líneas de pobreza e indigencia. Martín Rozada, economista de la UTDT, señaló que esta situación indujo “una caída en la medición de la pobreza durante el semestre junio-noviembre de 2024 respecto al periodo anterior”. Sin embargo, Salvia advirtió que las clases populares siguen enfrentando una situación frágil.
En cuanto al empleo, las tasas de actividad y empleo se mantuvieron altas, aunque el mercado laboral muestra un incremento en el subempleo y la precarización. A nivel de desigualdad, la brecha entre el 10% más rico y el 10% más pobre se redujo ligeramente: en el tercer trimestre los ingresos de los más ricos fueron 18 veces mayores que los de los más pobres, frente a una relación de 19 veces en 2023.
El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en la distribución del ingreso, se mantuvo estable en 0,435 en comparación interanual. A pesar de estos avances, los especialistas coinciden en que la recuperación sigue siendo frágil y que las mejoras deberán sostenerse en un contexto de equilibrio fiscal y baja inflación.