El desgarrador relato de una madre que perdió a su hija de 22 años en medio del colapso sanitario en Santa Fe.
Las historias vinculadas al coronavirus son múltiples en la población argentina y en la mundial. Este lunes tomó trascendencia el caso de Lara Arreguiz, una joven de 22 años de Santa Fe, estudiante de Ciencias Veterinarias en la localidad de Esperanza, quien murió el pasado viernes por Covid-19 esperando a que se desocupe una cama. El virus le ocasionó una neumonía bilateral y, además, era insulinodependiente.
En este marco de profundo dolor, Claudia Sánchez, mamá de Lara, relató lo que fue la última semana en que su hija con vida y el padecimiento que tuvieron que atravesar debido al colapso sanitario en la provincia de Santa Fe. Fue el jueves 13 de mayo cuando Lara comenzó con los síntomas, que emporaron al día siguiente. El domingo 16, la joven fue llevada al Protomédico.
“Nos dijeron que podía ser Covid-19 pero que en ese momento no tenían los medios para atenderla y nos mandaron a casa”, contó Claudia en diálogo con C5N. El lunes, Lara fue nuevamente al centro de salud, donde la hisoparon y le hicieron placas. “La doctora solo le dio un antibiótico oral”, recordó Claudia. Sin embargo, el estado de la joven se complicó y sus padres optaron por recurrir al Hospital Nuevo Iturraspe de Santa Fe capital.
“Ingresamos, nos hicieron anotarnos, Lara ya estaba muy descompuesta, se ahogaba. Insistí tres veces en admisión para que por favor nos hagan pasar porque se desmayaba. Nos dejaron en un pasillo, donde pasaban pacientes con o sin Covid-19”, contó la madre de la joven, que, producto del colapso sanitario, fue atendida por una enfermera que le hizo algunas preguntas y la dejó salir.
Luego de ello, Claudia contó la situación que pasó junto a su hija dentro del establecimiento: “Me dijo que quería acostarse y le pregunté al de Seguridad si podía recostarse en una camilla del pasillo pero nos dijo que no”. De esta manera, Lara procedió a acostarse en el pasillo de dicho centro sanitario: “’Me voy a acostar en el piso’, me dijo. Después nos vio una señora que nos prestó su campera para taparla por el frío”, contó Claudia en su desgarrador testimonio.
Pasaron las horas y recién ahí un médico la vio a Lara en el piso y le preguntó a su madre por qué estaba así. “Tenía tanta bronca que dije que ‘Acá la gente no muere por Covid, sino por la ineficiencia de la gente que atiende’”, despachó, y continuó: “Entiendo el colapso sanitario pero me duele haberla visto tirada en el piso sin respirar y que nadie haga nada”.
Finalmente, Lara recibió una cama tras la insistencia de sus progenitores, aunque no tuvieron un diagnóstico instantáneo por parte del personal médico. Ante ello, la propia Lara les envió un mensaje indicándoles que tenía hambre. Al mismo tiempo, se había desocupado una cama en el Hospital Viejo Iturraspe.
Con apenas una tomografía, Lara salió de ese nosocomio por sus propios medios y con el suero en la mano para llegar a la ambulancia. “Yo misma la ayudé a caminar y el chofer de la ambulancia me preguntó por qué la tocaba si tenía Covid”, recordó Claudia, quien, además, remarcó que esa fue la última vez que tuvo contacto con ella y que la pudo ver debido a que debió ser aislada por ser contacto estrecho. “No la vi más, no pude visitarla, sólo iba su padre que ya había tenido coronavirus y lo dejaban verla desde una ventana”, dijo.
El lunes por la noche Lara entró al hospital y el miércoles, según contó su madre, “la pasaban a una cama intermedia donde le pasaban insulina por goteo ya que tenía niveles altos”. Pero ya era tarde, porque la joven de 22 años tenía los pulmones tomados y el jueves la pasaron a una cama de terapia intensiva. “El jueves el padre la vio muy mal y ella me mandó un mensaje para que le enviara un tupper con manzana rallada. El papá se la dio y solo pudo hacer una seña con la cabeza. Cuando le sacaban el oxígeno para que tomara agua, los niveles bajaban un montón”, relató su mamá.
Desconsoladamente, el pasado viernes Claudia recibió la más triste noticias, que su hija había muerto. “Me llamó su padre a las 3 de la mañana y me dijo que Lara había fallecido después de sufrir tres paros”, concluyó la madre de una joven estudiante que la peleó hasta donde más pudo y lamentablemente no pudo resistir al cruel Sars-CoV-2.

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