Bullrich presentará un protocolo contra la protesta social que incluye sanciones para quienes corten calles

El vocero Manuel Adorni adelantó que por la tarde la ministra de Seguridad dará detalles del plan.

El Gobierno nacional anunció la implementación de un plan “antipiquetes” al que denominó “Protocolo de Orden Público”, cuyos detalles serán presentados este jueves por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

El anuncio se da en medio del descontento de gremios y organizaciones sociales tras conocerse el plan económico que ya implicó un fuerte salto de la inflación, sobre todo en el precio de los alimentos.

“Incluye sanciones severas a los involucrados en impedir la libre circulación de los argentinos y alcanza al que corta, al que transporta, al que organiza y al que financia”, precisó el vocero presidencial, Manuel Adorni, desde Casa Rosada.

El portavoz informó que la ministra se encargará de dar mayores precisiones sobre este protocolo con control del orden público: “Lo hará estar tarde a las 16.45, por instrucción del presidente (Javier) Milei”, agregó antes de dar por concluido su mensaje.

En tanto, esta mañana la vicepresidenta Victoria Villarruel dijo que espera que la CGT sea “lo suficientemente prudente para esperar que se tomen las medidas y no adelantarse” con protestas, luego de que ayer la central obrera asegurara que “no se quedará de brazos cruzados” tras los anuncios económicos realizados esta semana por el ministro de Economía, Luis Caputo.

“El gobierno es un gobierno de cuatro días así que la CGT espero que sea lo suficiente prudente para esperar que se tomen las medidas y además no adelantarse. No hace falta empezar con un grado de agresión o de conflictividad social sobre algo que todavía no se explicitó en los hechos”, dijo Villarruel en declaraciones a la prensa en la Casa de Gobierno tras la reunión de gabinete.

Ayer, el consejo directivo de la CGT aseguró que las medidas anunciadas por el Gobierno de Javier Milei “no ajustan a la denominada casta, como prometió en la campaña, sino que recaen en el pueblo” y “dinamitarán el poder adquisitivo salarial y jubilatorio”, por lo que adelantó que el movimiento obrero “no se quedará de brazos cruzados”.

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