Animales: cómo acompañarlos durante la vejez

La vejez es transitada tanto por perros como gatos y, afortunadamente, hay formas de mantener la calidad de vida de los animales de compañía en ese momento.

Así como las personas envejecen, los animales también y ambos, en esa etapa de la vida, necesitan de cuidados especiales para hacer más llevadera la transición. Con la edad no solo aparecen las canas sino que también comienzan a surgir problemas como la artritis, la artrosis, hay pérdidas de capacidades sensoriales, problemas digestivos, disfunciones cardíacas e incluso hepáticas, por eso la prevención es fundamental.

Se considera el inicio de la etapa senil o de adultez de un perro entre los 6 y 8 años dependiendo del tamaño del animal y su predisposición genética. Por ejemplo, los perros de raza grande tienen un inicio aproximado de la adultez a los 6 años, mientras que los perros de raza chica y los gatos, a partir de los 7 u 8 años. De todas formas es importante aclarar que esos números son aproximados ya que cada animal envejece de forma distinta.

Señales de envejecimiento

Si bien estas señales sirven para identificar el paso del tiempo en los animales, no siempre se observan en los pacientes de edad avanzada. Por eso, es importante realizar los chequeos anuales para detectar a tiempo posibles patologías y enfermedades correspondientes a la vejez.

La disminución de los sentidos es uno de los indicios más comunes. Tanto la audición, la visión como el olfato se vuelven menos agudos, la despigmentación del pelaje («canas») se hace más presente y los problemas de piel comienzan a aparecer al volverse más delgada y menos elástica.

Otra de las cosas a tener en cuenta es la pérdida de la movilidad. Los perros y gatos adultos tienden a padecer artrosis y artritis y como consecuencia se presentan las dificultades para levantarse e incluso caminar. Asimismo, se manifiesta una disminución en las ganas de salir a pasear, de jugar e interactuar y se modifican las horas de sueño.

Por último, y no menos importante, el mal aliento y los problemas bucales también forman parte de la sintomatología de la vejez.

Cinco tips para cuidar a los animales adultos

1. Controles anuales

Los animales adultos pueden sufrir otras patologías que no se detectan a simple vista o mediante análisis de sangre. Los problemas cardíacos, de visión, de audición, la artrosis y los trastornos de comportamiento, por ejemplo, necesitan de estudios específicos para ser determinados.

El chequeo anual, a cargo de un veterinario matriculado, es sumamente importante para prevenir y tratar a tiempo las enfermedades mencionadas anteriormente. Una exhaustiva revisión clínica, análisis sangre y de orina deberían realizarse dentro de ese control anual.

2. Alimentación

Tanto perros como gatos adultos, al volverse más sedentarios y al verse disminuido el tránsito intestinal, necesitarán una dieta baja en calorías y con mayor porcentaje de proteínas. En el mercado hay alimentos especialmente preparados para animales «senior» e incluso existen suplementos y complejos vitamínicos que ayudan a fortalecer los cartílagos, mejorar el flujo renal y mejorar la calidad de vida.

«También es muy importante cuidar el peso de las mascotas, porque el sobrepeso puede generar, a la larga, problemas hepáticos y endocrinológicos como la diabetes», explicó.

3. Vacunación y desparasitación

«Que un paciente sea geronte/senil no descarta en lo absoluto la necesidad del cuidado básico. Se los debe vacunar y desparasitar regularmente», remarcó Chiara Centrone. Ahora, ¿Cuáles son las vacunas que deben aplicarse? En perros la sextuple con lepto, la tos de las perreras y la rabia; y en gatos la triple felina y la rabia.

En cuanto a la desparasitación, ésta debe realizarse cada 4 o 6 meses de manera preventiva, pero lo ideal, según lo aclarado por la veterinaria, es hacer un coproparasitológico (un análisis de la materia fecal) cada 6 meses para determinar si existe la presencia de parásitos y en base a eso indicar -o no- la mediación correspondiente.

4. Cuidado dental

La higiene dental en los animales suele no ser tenida en cuenta y la acumulación de bacterias puede derivar en infecciones y enfermedades como la gingivitis. «Cuanto más grandes, más tiempo llevan acumulando el sarro en los dientes y ello puede generar tanto problemas digestivos como renales, por eso es importante controlarlos una vez al año y, si es necesario, realizar la limpieza», explicó.

5. Cuidado óseo

Una de las patologías veterinarias más comunes en los perros y gatos adultos es la artrosis. Las articulaciones sufren un desgaste con el paso del tiempo, lo que provoca que los huesos se muevan el uno contra el otro, generando dolor o pérdida de movimiento.

Cuando llegan a la vejez lo ideal es, a modo preventivo, disminuir el tiempo de los paseos, evitar el impacto óseo (como los saltos al sillón o subir y bajar las escaleras) y controlar el peso. Asimismo, a partir de los 6/8 años de edad, se puede comenzar con suplementos idóneos para la protección del cartílago y las articulaciones.

«En caso de sintomatología, como los rengueos después de pasear, dificultad para pararse después de dormir o incluso para acostarse, se debe realizar una consulta veterinaria para ver si es necesaria una radiografía y comenzar con tratamientos más específicos», aclaró la veterinaria.

«La prevención es fundamental para mejorar, dentro de lo que se puede, la calidad de vida en el futuro», concluyó.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.