Una investigación reciente asegura que el ex director general de Administración de la Secretaría de Trabajo, Martín Alejandro Bugueiro, destruyó buena parte de los documentos que guardaba en su oficina cuando se enteró de que el actual Gobierno lo iba a despedir de su cargo.
El periodista Nicolás Wiñazki afirmó que Bugueiro trituró expedientes sobre su gestión y guardó los papeles rotos en bolsas de residuos, pero no llegó a retirarlas de su despacho.
Diferentes fotos que fueron tomadas por las actuales autoridades del ministerio de Capital Humano, de Sandra Pettovello, que tiene ahora bajo su órbita el área de Trabajo como una secretaría, ilustran la fraudulenta maniobra, donde también constataron que el entonces directivo borró los discos rígidos de sus computadoras.
Tanto él como otro funcionario K despedido el mismo día de ese mismo organismo público, el ex director general de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales de la Subsecretaría de Gestión Administrativa del Ministerio de Trabajo, Nicolás Sojit, se resistieron a dejar el poder.
“Todo sucedió cuando se enteró de que tanto él como otros doce empleados técnicos, pero militantes del peronismo de su misma área serían echados por la actual administración. Ocurrió el 17 de abril pasado”, afirmó el periodista.
Las imágenes de los expedientes destruidos que tramitaron con su firma fueron eliminadas cuando se los estaba auditando ante los indicios de que podrían haber cometido actos de corrupción.
Esa actitud llegó a un límite tal que, para hacerlos entrar en razón, se recurrió a la policía. Varios agentes fueron hasta sus oficinas, acompañados de funcionarios del área legal del ministerio de Pettovello
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“Las fuerzas de seguridad encontraron a Bugueiro en su despacho, acompañado por Sojit, triturando documentación. Los funcionarios “trabajaban” en eliminar posibles huellas propias mientras tomaban whisky, comían galletas y chocolate y fumaban”, amplían.
Las autoridades de Capital Humano le exigieron al personal policial que resguarde los despacho, encinte las oficinas y labraron actas de lo que hallaron allí.
Bugueiro estaba siendo investigado por el rol que cumplió impulsando expedientes de múltiples contratos de proveedores de servicios en diversas sedes del ex ministerio de Trabajo en las provincias. También fue el encargado de compras de bienes para el Estado, como muebles de alto costo, de los que podría no haber control alguno sobre su destino final.