En Argentina el arbitraje femenino está comenzando a despuntar, pero hay una vecina de Lanús que desde hace tiempo está metida en este mundo y dirige partidos importantes: se trata de Daiana Milone, quien ya fue asistente en partidos de Copa Libertadores, Superliga Argentina y que ahora fue confirmada para dirigir en el Mundial femenino, que se disputará en Australia y Nueva Zelanda a mediados de año.
Daiana es hija del ex árbitro Juan Milone, quien la llevó a ver un Boca-River en el que fue asistente cuando ella apenas tenía 16 años: «Me impresionó ver la cancha llena y empecé a fantasear con tener la misma profesión que él, por lo que me metí a realizar el curso de árbitro cuando todavía era bastante chica, aunque me ayudó mucho que ya veía partidos por televisión porque me encanta el fútbol», le cuenta Daiana a Clarín.
En ese momento, Milone hija estaba realizando el Secundario en el colegio Santo Cristo y tuvo que cambiarse al Piedra Buena -ambos en Lanús- para finalizar los últimos dos años y mientras tanto poder asistir a la tarde al curso de árbitros y también a entrenar.
«Al principio comencé a dirigir en ligas y a los 18 años ingresé a AFA. Cuando me decidí a hacer el curso me dí cuenta de que me costaba mucho y que no sabía absolutamente nada de las reglas. La parte física también era complicada, por lo que mi padre me estaba muy encima y me llevaba a entrenar: me exigía mucho, pero valió la pena», recuerda Daiana.
Milone fue ganando experiencia de manera gradual en partidos de Primera D y Primera C hasta que llegó a dirigir en Reserva -siempre hablando de torneos masculinos- allí tuvo algún cruce con Gustavo Zapata, ex jugador y DT de la Reserva de River y con el Ogro Fabbiani, aunque ambos se disculparon y el tema no pasó a mayores.
Su debut en Primera División se produjo en 2017 como árbitro asistente en un encuentro que disputaron Belgrano de Córdoba y Gimnasia la Plata, en Barrio Alberdi, y en 2020 le llegó la gran chance de mostrarse a nivel continental cuando fue parte de un Defensa y Justicia-Delfín que se jugó en Florencio Varela.
«Cuando me llamaron para dirigir en la Copa Libertadores fue algo increíble, todavía no lo creo: en mi vida me había imaginado eso. Me contactaron de un día para el otro porque un asistente brasileño se agarró Covid y había que reemplazarlo, por suerte yo estaba preparada: si algo aprendí es que hay que trabajar siempre y estar lista para las oportunidades. Como tuve una buena labor me volvieron a llamar y ya hice siete partidos», detalla Daiana.
Tras sumar un amplio bagaje y estar dirigiendo por mucho tiempo en el ámbito local y latinoamericano, a la vecina de Lanús ahora se le viene un gran desafío: el de ser parte de un Mundial de mayores femenino, algo que hasta ahora nunca le había ocurrido (sí estuvo en una copa del mundo Sub-17 de la misma especialidad).
«Este será mi primer Mundial de mayores y es algo por lo que vengo trabajando toda mi vida, por eso es imposible describir en palabras lo que estoy sintiendo. Fui elegida entre miles de árbitras en el mundo para representar a la Argentina y lo mejor de todo es que me lo gané yo sola y con mucho esfuerzo. Para mí no es tan importante tenerlo, sino merecerlo. Hace muchos años quería esto y todos los días entreno con este objetivo», explica.
Para cerrar, Daiana destaca que «es difícil ser árbitro asistente en general, dirijas hombres o mujeres, por la dificultad del offside y la velocidad del juego: hay que tener mucha precisión y concentración». Y agrega: «No hay problema en dirigir hombres hoy, a la mujer le van a protestar de la misma manera que si fuera un árbitro hombre, o incluso un poco menos. Siento que a las mujeres nos respetan más y se miden un poco más a la hora de protestar».
Fuente. Clarín Zonal
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