Guernica: se complica el plan del «desalojo pacífico» y hay tensión

Emilio Pérsico y Andrés «el Cuervo» Larroque llevan adelante las negociaciones en la toma de Guernica.

“No va a haber desalojo”. Esa es la premisa con la que el Gobierno provincial –en sintonía con lo acordado con el Ejecutivo- trabajaba hasta hace horas en una solución para descomprimir el conflicto y la ocupación de las más de cien hectáreas en el barrio Numancia de Guernica. Quienes en este momento llevan adelante las negociaciones son Andrés “el Cuervo” Larroque y Emilio Pérsico.

El juez de la causa, Martín Miguel Rizzo, postergó el desalojo que debía haberse llevado a cabo el pasado 23 de septiembre. Fue a pedido de Larroque y el plazo con el que ahora se trabaja tiene como fecha límite el jueves primero de octubre. “El objetivo es lograr una desocupación pacífica del previo sin conflicto, ni necesidad de utilizar la fuerza”, advierten desde la provincia.

En efecto, Larroque y Pérsico mantuvieron el viernes una reunión de más de seis horas con los ungidos representantes de los vecinos que tomaron el predio de Guernica. “No está en discusión cuál va a ser el instrumento, lo que se están evaluando son las opciones para poder sacarlos de ahí y llevarlos a otras tierras. No se trata de desalojar, sino de dar una respuesta real”.

Sin embargo, el diálogo se quebró en la noche del domingo, después de que desde el Gobierno provincial denunciaran que las organizaciones sociales de izquierda impidieron el ingreso de la ayuda sanitaria. «Llevábamos barbijos, alcohol en gel, agua, alimentos y abrigo; todos materiales vinculados a la pandemia y no nos dejaron pasar, pero a los referentes de la izquierda sí», revelaron.

Los partidos que acompañan la toma de Guernica son el Polo Obrero, Libres del Sur, el MTR, la Corriente Nacional Darío Santillán y el Movimiento de Unidad Latinoamericana PTS. «Sabían que estábamos por encontrar un punto de acuerdo y la pudrieron. No hay otra explicación».

«Por un lado, piden intervención y asistencia del Estado, pero por el otro lo niegan. Logramos ganar tiempo, frenar el desalojo y buscar una solución pacífica, pero esto lo impide», declaró esta mañana Larroque. La respuesta de las agrupaciones fue movilizarse a la sede de la gobernación provincial aunque, hasta el momento, no hay confirmación de si serán o no recibidos.

El plan en el que trabajan todavía Larroque y Axel Kicillof es que los vecinos abandonen el predio ocupado sin violencia y sean trasladados de Guernica. ¿A dónde? “Se están viendo, en principio, los terrenos disponibles del Estado provincial”. Un dato no menor, que también se analiza puertas adentro, es que ninguna de las tres personas que se presentó como dueña del predio pudo acreditarlo.

El compromiso que se puso sobre la mesa es que al menos 650 de las familias que fueron censadas por el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad se instalen en tierras próximas al municipio de Presidente Perón y que el nuevo barrio sea urbanizado. “El problema de fondo es el déficit habitacional y el desalojo no resuelve eso. El compromiso es dar una respuesta, teniendo en cuenta que en los últimos cuatro años Vidal no entregó ni una sola vivienda en la provincia”.

La negociación tiene también como anclaje político a los intendentes, teniendo en cuenta que, de acuerdo al censo, muchas de las familias son oriundas de Almirante Brown, Lomas de Zamora, La Matanza, Esteban Echeverría y Quilmes. En concreto, se les exigió a los jefes municipales dar “una mano” para la reubicación del resto de los ocupantes del predio.

Desde la mesa chica de Kicillof ratifican que la toma comenzó en junio del año pasado, cuando todavía Vidal gobernaba la provincia. Y, aunque desde un sector del Gobierno apuntan contra la intendenta Blanca Cantero -Guernica queda en Presidente Perón- por haber judicializado el avance de la misma, destacan que “desde el día uno se intentó negociar un desalojo pacífico”.

Sobre la mesa también se baraja la posibilidad de ofertar un subsidio habitacional, con un monto aproximado de entre 30 mil y 50 mil pesos. El objetivo del censo fue tener una radiografía real de la situación puntual de cada familia, para poder así evaluar las distintas propuestas. Al momento, la más fuerte, es el traslado a tierras estatales y el avance en la urbanización.

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